sábado, 20 de julio de 2013

Abres un cajón, y todo se cae. O peor, a la vista: tropiezas con una estantería. Más grande: te mudas. Coges, recoges, ordenas, distribuyes. Pasas el polvo. Todo está reluciente, en su sitio; tienes las mismas cosas. Entonces, ¿qué es esa sensación, ese ruido molesto, esa "nada está bien"? ¿Quién explica que todo vuelva a ser lo mismo a la vista pero nada funcione como antes?

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