sábado, 30 de marzo de 2013

30.03.13, Gijón.

Para seguir, es necesario ajustar constantemente las propias expectativas; no siempre es cuestión de fallar, es solo que a veces la vida nos juega malas pasadas y lo que ayer era obvio, hoy es una meta.
Para llegar, es necesario abrazar el camino difícil, aunque cada día tengamos que recordarnos los motivos, convencernos de que desfallecer en el intento es un mal menor.

Hoy, aunque todo empiece con lágrimas y palabras de consuelo, por inercia y sin la más mínima esperanza, hay que tener muy presente que rendirse no es, no ha sido y no será nunca una opción.


(Del lat. inertĭa).
1. f. Mec. Propiedad de los cuerpos de no modificar
su estado de reposo o movimiento
si no es por la acción de una fuerza.

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