sábado, 10 de enero de 2015

25/4/13

Supongo que las cosas que nos cuesta verbalizar son el resultado de una experiencia dolorosa. Cuando no decimos "lo siento", es porque en algún momento anterior nos han hecho sentir que el perdón no tenía cabida, que los actos son irreversibles e irreparables. Cuando no decimos "te quiero", el rechazo, el abandono o el ridículo sufridos vuelven a invadirnos. Los "te necesito" o "te echo de menos" ahogados responden a una soledad dañina, no escogida, a una dependencia insana que revela inseguridad y miedo.



Update, 10/01/15. Cada vez sé menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario