A veces mentimos. Todos lo hacemos; unos más, otros menos. Cada uno con sus motivos.
Mentimos para consolar, para consolarnos. Mentimos para no tener que dar explicaciones, para que no nos echen la bronca, para no hundirnos.
Yo miento, como todo el mundo. Quizás más de lo normal, pero tengo motivos.
Miento para levantarme por las mañanas, para que la gente que quiero no esté permanentemente preocupada. Miento para no volverme monotemática, para que no me echéis la bronca siempre por lo mismo, para intentar avanzar.
A veces, rompemos. También es algo que nos llega a todos, cada uno en su momento. A cada cual por sus cosas. Y ahí, sólo buscamos una mano amiga, una cara amable, alguien que nos escuche sin preguntar, que no necesite explicaciones. Alguien que nos repita, convencido, que todo va a salir bien.
http://www.youtube.com/watch?v=OUDp24WqL64&feature=related
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