Tenía el rostro pálido. La mirada, perdida. Los ojos preciosos.
Solo podía pensar en la idea que la había invadido hacía un momento. Hubiera sido muy fácil dejar de correr- se dijo. Sólo hubiera lamentado el papeleo. El resto, deberían hacerlo por ella; lo dudaba.
El mundo sería un lugar mejor. Sí, mucho mejor.
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